miércoles, 25 de enero de 2012

Wario Land 3.

Cuando tenía 7 años me compré un juego, un juego del que nunca había oído hablar, comprensible debido a mi corta edad. Nada más llegar a mi casa enchufé la Game Boy Color azul y amarilla de Pokémon, con un Pikachu en un lado…¡Me encantaba! y atontada por mi nuevo juego me pasaba horas y horas frente a la pequeñísima pantalla en la que, si querías ver algo, tenías que colocarte bajo una lámpara…
Poco a poco fui pasándome el juego, hasta que llegué a un mundo en el que me era imposible resolver nada, y me di por vencido.
Puntualmente cogía el juego y me lo intentaba pasar sin éxito ninguno. Hasta que por fin HOY lo he conseguido, he llegado al último mundo, y he matado al malo final…
Hace un mes o dos, no recuerdo bien, me acordé de aquel juego y cai en la cuenta de que era una “burla” del Super Mario, por eso se llamaba Wario…
También me di cuenta de todos los avances que tenemos hoy en día, de la gran cantidad de variedad en cuanto a juegos se refiere. Hay de todos los colores, de todas las edades y para todos…Y aún así, los niños de hoy en día no son felices…
Y agradezco haber nacido en la época en la que nací y me crié, una época en la que se apreciaba lo que se tenía, porque no había más. Una época en la que tu juego y tu consola eran tu tesoro más preciado, no como hoy, que es simplemente un utensilio para que tu niño se calle un rato. Una época en la que si tenías los 150 pokémon, eras el puto amo