jueves, 21 de octubre de 2010

Sellar mi amor eterno con un candado, y tirar la llave al Sena

Nadie hace caso del agua que va después de la lluvia, cuando vuelve el Sol. Poco importa si sobre ese agua hay lágrimas de haber llorado por amor, por dolor...El agua se evapora, vuelve al aire y a nuestros pulmones, respirando el viento que sentimos en la cara. Y las lágrimas vuelven a entrar en nosotros, como las cosas que hemos perdido, pero nada se pierde en realidad. Cada segundo que pasa, cada Luna que surge, no hacen más que decirnos: Vive! Vive y ama con lo que tu eres, como tu seas, por lo que seas.
Mira en lo alto, hacia el cielo, cierra los ojos, y no te canses nunca de soñar.
La vida es demasiado corta para no vivirla juntos
...


Deseos.


Y es que, en el fondo, me encanta ser alguien especial en tu vida, ser ese demonio con carita de ángel, prisionera de tus sueños, atada a tí...deseosa de vivir contigo el sueño más bonito jamás soñado, de escribir la historia más bella jamás escrita...

Zapato de cristal.

Recuerda que cuando a Cenicienta le devolvieron su zapatito de cristal, fueron felices y comieron perdices. :)

Inseparable.


Take my hand tonight
We can run so far
We can change the world to anything we want
We can talk for hours just staring at the stars
They shine down to show us...










You know when the sun forgets to shine
I'll be there to hold you through the night
And we'll be running so fast we can fly tonight
And even when we're miles and miles apart
You're still holding all of my heart
I promise it will never be dark
I know..we're inseparable

Miedo.

Pero, se le olvidaba algo importante, una sensacion horrible, que todo ser humano tiene que sentir...El miedo, el miedo al fracaso, el miedo a perder lo que ya se tiene, aunque se tenga de forma distinta a lo que se desea de todo corazon... Y hablando de corazon...a la niña le gustaria entender el suyo...Mira que lo ha intentado veces y veces...pero no puede, es como si no le perteneciese..

Smile.


Y de casualidad encontró aquella nota, que olvidada hace tiempo, descansaba en una de las muchas cajas esperando ser trasladada a un lugar mejor...
Laura cogió la nota y leyó en voz alta: "Tu sonrisa es tuya y de nadie más, no dejes que te la roben".
Y sonrió. Olvidando todas las desgracias, olvidando todo lo malo y abriendo una puerta hacia una nueva vida.
Las últimas palabras de Laura antes de abandonar aquella casa no pudieron ser otras..."Gracias papá"

¿Por qué?


Era una fría tarde de invierno, y yo vagaba por las calles. Diría que no estaba haciendo nada, pero mentiría, andaba de un lado para otro, intentando ignorar aquella fuerza que me mantenía en la calle. No podía volver, todo lo que estaba en mi casa, irremediablemente, me recordaba a él
Gotas de agua resbalaban por mi cara, a decir verdad, no sabía cuando había empezado a llover
Miraba a la gente de mí alrededor. Padres con sus hijos. Parejas. Grupos de amigos. Todos haciendo alarde de los sentimientos que les unían. El amor surge de muchas formas y maneras, pero tarde o temprano termina. ¿Cuándo se deja de querer? ¿Cuándo podemos afirmar que no amamos a alguien? ¿El cambio es radical? ¿Cuándo se atreve alguien a decir esa frase maldita, que sabe que sin remedio va a causar tanto daño a otra persona? ¿Cuándo sabemos con certeza que no nos vamos a arrepentir de un “Ya no te quiero”?
Me refugié en una cafetería, por pura inercia, acompañada de un café, y las voces de la gente a mi alrededor.
Entonces le vi, casualidad, destino…¡Que mas da! Le vi con la que yo siempre llamaré, haciendo alarde de despecho, la otra. Porque tiene otro cuerpo, otra cara, otros ojos, otra risa, otra forma de besar distinta a la mía...
Y es esa opción la que él eligió, la que me remuerde por dentro una y otra vez, cada vez que me miro en el espejo, y me hago esa terrible pregunta ¿Por qué ella y no yo?
Ella dejó su abrigo en una silla, y se fue en dirección al aseo con unos pasos ligeros, más característicos de una supermodelo. Su pelo negro bailaba con gracia en su espalda, al ritmo de sus pasos.Y él se acercó a la barra para efectuar su pedido.
Salí corriendo de allí. Fue más una autodefensa, no quería que me viera así. Corrí por toda la calle, intentando olvidar su cara, sus manos, su pelo. Mi paso se aceleró cada vez más, hasta que empecé a correr, dejándome las fuerzas en cada paso, pisando con saña la acera y arrollando con rabia a cualquiera que se interpusiese en mi camino.
Llegué hasta un parquecito, con un pequeño lago, plagado de barquitos teledirigidos, que supuse pertenecían a niños felices, que disfrutaban de la compañía de un ser querido. Me senté en un banco, sin hacer nada, excepto observar a la gente dejando fluir mi rabia
Yo, que había jurado tiempo atrás que no volvería a dirigirle la palabra, sentía la necesidad de volver y preguntarle..¿Por qué?, ¿Por qué ella y no yo?¿Por qué todo este sufrimiento?
Por primera vez desde que ocurrió todo aquello, comencé a llorar...