lunes, 1 de diciembre de 2014

Oh Londres


Te dejo, Londres. Te dejo pensando en un retorno y una promesa. Quizás en un mundo paralelo no duela tanto, pero nunca lo sabré y siempre nos quedará ese café que nos tomamos tú y yo a solas.

Oh Londres,
Me enamoraste, casi sin querer, despacito. Eso y mierda es lo mismo, decías al caer la noche mientras te confesaba mi amor, pero no tienes ni idea ‘colega’, mierda son estas ganas infinitas de vivirte, de quedarme y perderme en ti.

Oh Londres,
Cuanto más lo pienso, más te amo.
Nos volveremos a ver, nos prometimos. Pero hasta entonces no me queda más que refugiarme en ese mundo paralelo, en el que me pierdo en tus calles, en el que nos juramos amor eterno y nos fundimos en uno.

Oh Londres,
Ciudad de las historias infinitas, de los sueños que están por cumplir, de momentos sin respiración.
Y yo he de hacer tripas corazón y volver a eso que llaman casa.
Pero casa es donde el corazón está y yo te presto el mío.


Necesito borrar ese beso con rabia y ganas del principio del libro y escribir             
–rogando por que seas tú quien relea esta historia–
 "Londres, 30 de Noviembre de 2014"


Oh Londres, siempre serás mi debilidad. 

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