viernes, 23 de noviembre de 2012

Feliz Navidad (Y ojalá que os traigan vuestra dosis de egoísmo anual)


Hoy he tenido una conversación bastante…¿Cómo llamarlo?...Ah, sí, curiosa.

Estamos en crisis, y esto es ya una realidad bastante evidente. Los ricos son más ricos, y los pobres…mucho más pobres. Se ha abierto un, llamémoslo, agujero negro entre estos dos grupos, diferenciados principalmente por su nivel adquisitivo. Y como se acerca la navidad, pues me he puesto a pensar en el egoísmo natural del ser humano.  
Esta Navidad, como la del año pasado, y la anterior y mucho tiempo atrás, esperamos que debajo de nuestro árbol aparezcan infinitos regalos (absurdos, la mayoría de las veces) Pero aún nos parecerán pocos y querremos ir corriendo a casa de nuestros tíos, primos, abuelos y demás familiares para multiplicar el número de regalos absurdos (Seguro que es porque nuestras estanterías están vacías y queremos que queden bonitas con chorradas varias, y no porque siempre queramos más que el vecino).
Hasta aquí espero no haberme equivocado mucho. El problema viene cuando, después de haber visitado a tus familiares, vuelves a tu casa, cargado de bolsas y deseando llenar esas estanterías vacías de tu habitación, y pasas por delante de alguien que no tiene que comer en ese día y que lo único que puede hacer es ir a hacer cola a un comedor social. Pero la mayoría ni nos damos cuenta, porque probablemente vayamos pensando en el pavo calentito que me habrá preparado la abuela, o en la comida tan rica que tenemos preparada en el restaurante.

¿Qué hay de esos niños que no tienen ni un solo regalo en día de Reyes? Pero lo más duro aún, ¿Qué hay de esos mismos niños que no tienen ni para comer? Probablemente dentro de poco se queden sin casa. Pero todo esto no lo vemos, porque, como decía Homer en la famosa serie Los Simpsons “Si no lo veo no es ilegal”, aunque yo lo cambiaría por un “Si no lo veo haré como que no pasa” y nos pasamos nuestra vida con una venda en los ojos.  
Ojalá hubiese más padres que concienciaran a sus hijos sobre la situación actual y les hiciesen entender la gravedad del asunto, en lugar de llenar las estanterías con más regalos.

Así que yo, este año, voy a pedirle a los reyes UNA sola cosa y además, un cheque simbólico del dinero que consideren ellos para repartirlo entre las diferentes asociaciones que se encargan de dar de comer y vestir a esas personas que, por cualquier circunstancia, no puedan permitírselo. Y si todos pusiésemos nuestro granito de arena podríamos crear una montaña.

La decisión es vuestra. Podéis seguir caminando con la venda en los ojos o quitárosla y ayudar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

eres poco populista eh