martes, 4 de enero de 2011

La vida es un camino lleno de piedras. Muchos no llegan al final porque dudan en apartarlas para poder caminar. Otros, en cambio, no dudan en moverlas, y llegan al final del camino sin ningún problema. Pero las piedras pesan e, incluso, hacen daño. Y es aquí, en este punto, cuando demuestras suficiente valor moviéndolas, sin importar las consecuencias, sin importar las heridas, caminando con la cabeza bien alta, con la seguridad de que ninguna piedra se interpondrá en tu camino. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre hay que mover las piedras del camino, por mucho que cueste ;)

Unknown dijo...

Mar uso fuerza.

Mar puede ahora mover rocas.